sábado, 10 de diciembre de 2011

"for the other half of the sky"



El 8 de Diciembre de 1980, John Lennon regresaba junto con Yoko Ono a su departamento en el edificio Dakota en Nueva York. Había pasado todo el día en el estudio de grabación, sin embargo por primera vez en años estaba optimista y había entrado de nuevo en una etapa creadora. Pocos días antes, apenas 3, había dado una entrevista a la Rolling Stone en la cual dijo:






"En este disco le estaba hablando a las personas de m edad, quería decirles, hey, la década de os 70 apestó, hagamos de esta una mejor..."






Aquella mañana había dado una firma de autografos a donde acudió un hombre que llevaba pocos días en Nueva York, proveniente de Hawaii. Además de una copia del double fantasy, traía además una copia de The Catcher in the Rye de Salinger.






John bajó primero que Yoko, y en la oscuridad no vio a un hombre sentado en la acera. Cuando se aproximaba a la entrada, aquel hombre se levantó, y por la espalda, adoptó una posición militar de tiro antes de decir "Mister Lennon".






Le disparó varias veces a quemarropa a John, quien cayó desangrandose al piso. La policía llegó en minutos. El hombre no hizo el menor intento de huir. Volvió a sentarse y así fue detenido por la policía.






De acuerdo a los protocolos, un herido, sea por la causa que sea, jamás debe ser trasladado a un hospital a bordo de un vehículo de la policía. La ambulancia llegaría en unos minutos. John aún estaba vivo.






Cuando los policias identificaron a John, ignorando todo protocolo, subieron a Lennon a la patrulla. La distancia al hospital más cercano era de más de 20 cuadras y había mucho tráfico. Los policías recorrieron esas 20 cuadras en menos de 5 minutos.






Cuando John ingreso a la sala de Urgencias, los médicos de guardia comenzaron a tratar de estabilizar a toda costa a John, aunque no lo habían identificado aún. No fue sino hasta unos minutos después que una de las enfermeras se dio cuenta que aquel herido era John Lennon.






Según el protocolo normal, cuando no hay signos vitales después de todas las maiobras posibles de reanimación, se debe declarar muerto al paciente tras unos pocos minutos. No más de 10. Aquella noche, el jefe de la guardia le aplicó maniobras de reanimación a un John Lennon que llegó ya sin signos vitales por más de 55 minutos.






Fue una de las enfermeras quien le dijo al doctor que era hora de parar.






El doctor ue atendió esa noche a Lennon dijó después que tras parar las maniobras y declarar muerto a John, todos los presentes en la sala permanecieron varios minutos en total silencio, inmóviles, sn que nadie se atreviera a decir una palabra.






Finalmente el médico salió lentamente y aquel silencio fue interrumpido por un grito desagarrador de Yoko.






Cuando se le pregunto a Chapman que es lo que había hecho, solo se limitó a decir: "I just killed John Lennon"






Alegando un trastorno psiquiátrico controversial que siempre ha sido puesto en duda, Chapman ha tenido la oportunidad de salir libre varias veces. in embargo, voluntariamente permanece en reclusión. La razón: Año tras año recibe miles y miles de cartas que dicen que en el momento en el que ponga un pie en la calle puede considerarse hombre muerto.






Al final, a nadie le importa Chapman. No ganó la fama de Lennon, el cual era su propósito según declaró después.






Lo que me viene a la mente cada 8 de Diciembre es esa imagen de miles de personas fuera del Dakota cantando "Give peace a chance", y dos mantas: Una de ellas decía simplemente "Remember love". La otra resumió en una sola palabra una de las más grandes pérdidas del siglo XX. Decía simplemente






"Why?"








"it´s for yoko but it´s for all women.... for the other half of the sky"




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